La Era del Miedo

Soy un melómano y uno de mis héroes del rock es Peter Gabriel. Con ya varias décadas de carrera, no hace mucho le preguntaron si eso que sentía en los instantes previos al inicio de cada concierto había cambiado con los años. El maestro respondió que la incertidumbre y el miedo previos a cada tocada seguían siendo los mismos, y que él los vincula con el respeto que siente por su público. El día que estos desaparezcan, añadió, sabrá que su gusto por hacer y transmitir aquello que ama, ha muerto.

No pues, no me considero a la altura del creador del mejor Genesis que ha existido, pero debo reconocer –con enorme satisfacción- que tenemos algo en común. Me explico: los últimos ocho años de mi vida los he dedicado –entre otras cosas- a entrevistar a empresarias, ejecutivas y emprendedoras sociales. En total, han sido casi cuatrocientas historias. Mi objetivo no era destacar su ‘éxito’ económico, sino cómo habían alcanzado la realización personal. Para mí, cada una de ellas, consciente o inconscientemente, le hace bien al país. Por lo tanto, era común que las terminara admirando y respetando. Entrevistarlas era un placer, pero llegado el día de la publicación, el miedo y la incertidumbre se instalaban en mí… ¿Cómo irán a recibir los lectores a mi nueva Mujer Batalla? Los resultados, felizmente, siempre fueron positivos.

En los últimos meses, sin embargo, a mi miedo e incertidumbre –sin querer queriendo- les he añadido anfo. ¿A qué me refiero? A que durante mis primeros siete años de entrevistas mi labor contó con una plataforma de difusión insuperable: el diario El Comercio. Entonces no era consciente de lo que ello significaba, de cuánto me facilitaba las cosas. Hoy que trabajo por mi cuenta y que estoy a unos días del lanzamiento de mi revista, Mujeres Batalla, tengo claro que ya no hay plataforma de difusión alguna que me respalde… Y me estoy muriendo de miedo.

¡¡¡¿Y si a nadie le interesa mi propuesta?!!!

Lo bello de esta experiencia, empero, es que a lo largo de estos años de interactuar con tanta emprendedora maravillosa, ellas, que han enfrentado mil problemas, que en un inicio oyeron voces que les auguraban lo peor, y que igual persistieron, sin perder el objetivo y desplegando todo su talento, ingenio y fortaleza, hoy son mi estímulo, mi ejemplo. Ellas han sentido y sienten miedo e incertidumbre cada vez que inician un nuevo reto. Así las cosas, ahora también puedo decir que tengo algo en común con cada una de ellas. ¡Qué honor!

El martes 10 está cerca, ese día presento Mujeres Batalla. Ese día entra a la cancha mi hija de papel couché. ¿Qué irá a pasar? Lo que tenga que pasar…

Como Peter Gabriel, como cada una de mis entrevistadas, no quiero dejar de sentir esta emoción que viene cargadita de miedo e incertidumbre. No pues, ya no temo sentir miedo… Vamos a ver qué pasa.